Las últimas horas en la Ciudad de la luz queríamos aprovecharlas al máximo, así que después de una mañana intensa de caminar y caminar (y disfrutar y disfrutar) salimos a pasear a lugares que ya habíamos visto, simplemente para recordarlos mejor! Nuestra sorpresa fue entrar en la Plaza del Louvre y que estuviera prácticamente vacía (el frío y la lluvia nos ayudó). Así que pudimos hacer estas fotos con la música de fondo soñada gracias a un saxofonista increíble.
Cenamos en la terracita del Café de la Comedie, totalmente recomendable y de ahí a pasear París de noche para ver sus calles iluminadas!
El último día lo pasamos tranquilamente en la Ille de St Louis, lugar nuevo para las tres. Súper encantador y con unas vistas a NotreDame preciosas....
Y aunque el tiempoallí pasó muy deprisa... EL RECUERDO QUEDA PARA SIEMPRE!!